-
Arquitectos: Joaquín Juberías, Víctor Cano Ciborro
- Área: 80 m²
- Año: 2017
-
Fotografías:German Cabo
-
Proveedores: Artemide, Doimo Cucine, GALA, JUNG, Listone Giordano, Natucer y Cinca, Zucchetti
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La concepción básica cuando se habla de vivienda en arquitectura, tiende a un ideal cuyo fin está destinado a dar cobijo a uno o varios habitantes en un periodo temporal que abarca desde el medio hasta el largo plazo. Ahora bien, ¿qué términos utilizaría la arquitectura cuando una vivienda debe responder ante varios habitantes en cortos periodos de tiempo? ¿de qué herramientas se dispone cuándo se produce un exceso o superabundancia de habitantes?
El proyecto que aquí se presenta, una vivienda de alquiler temporal, da lugar a estas reflexiones e inquietudes debido a los múltiples vínculos que se producirán entre habitantes –temporales- y espacios –productores de intensidad-. Ante una situación de habitantes anónimos y prácticas espaciales más cercanas al exceso estival que a la rutina, se proyecta una vivienda que cuestiona lo formal para enfocarse en el mundo de los efectos y acciones.
Efectos producidos por la distorsión del espejo o por la sensación de un espacio cerámico verdoso donde su brillo lo inunda todo; y acciones como el abrir unas puertas que casi triplican tu altura, o el subir por una liviana escalera metálica que expande nuestra percepción espacial. Todo ello conforma una arquitectura que no busca la función del habitar continuo, sino del estímulo, sorpresa e inquietud despreocupada del nómada.
Si desde otras disciplinas estas variaciones o delirios se asumen como propias, como por ejemplo en la psiquiatría, que acoge los excesos de la fantasía, las manías y las pulsiones, o en la patología, que se preocupa por las hipertrofias, monstruosidades o variaciones dérmicas, desde la arquitectura no han adquirido aún un significado propio. En este contexto, y vinculándonos a una arquitectura donde la erótica y el secretismo son inherentes al carácter temporal de esta vivienda, nos seduce la idea de ligar esta construcción junto con el prefijo ‘hiper’ para así denominar a una función estimuladora o fructífera de vivencias. De este modo, se presenta el concepto de ‘hiperarquitectura’ a través de las cartografías y narraciones que sus habitantes nos han dejado en torno a ella.